Por Ricardo Bustos
Cuando todo cambie para no cambiar nada, cuando un voto cueste lo mismo que un «plan social», nos daremos cuenta que fué de nuestra amada Argentina.
Leemos en «el ruido de las nueces», que hace más de cincuenta años, igual que hoy sucedía lo siguiente….»La crisis que sufría el país resultaba indisociable de la crisis de un radicalismo que había perdido su rumbo revolucionario. Por este extravío de la tradición una parte de los votos radicales habían sido atraídos por Perón. Era, pues, necesario volver a las fuentes si se quería devolver al “pueblo radical” su mayoría momentáneamente perdida». Lo propio ocurre con aquel Socialismo que supo diferenciarse de todos los monopolios formando Cooperativas, fomentando la cultura del trabajo desde los pueblos y al final, aliándose con los boinas blancas siguiendo al carro de la debacle partidaria de un gran Partido.
En tiempos en los que un cambio se hacía mas que indispensable por que no existían verdaderas políticas revolucionarias que produjeran un cambio en el rumbo social y económico de aquella Argentina, con apenas 14 millones de Ciudadanos, Fue Perón, el que impulsó lo que hoy conocemos como «asistencialismo o planes sociales», pero como todo lo que no tiene control cuando el poder es PODER y los PUNTEROS POLÍTICOS SON PODER, si bien es cierto se benefició a las clases más desprotegidas, las formas o metodologías fueron contraproducentes, ya que en su afán por ayudar a los que más necesitaban, todo tenía un trasfondo conquistador y el objetivo eran las masas, con aquella vieja filosofía aplicada por el General de «vos sos el pueblo, por ende el Estado tiene que alimentarte sin tu esfuerzo», convirtiendo una idea en ideología y transformándose en una bola inmensa de nieve que aún hoy sigue bajando de la montaña produciendo aludes de pobres, indigentes, con los elementos de supervivencia ausentes ya que seguimos con el mayor nivel de pobreza, niños y ancianos excluidos de… vaya a saber que sistema y un futuro tan incierto como el presente, tenebroso a la hora de la toma de decisiones gubernamentales.
Si hablamos del pasado nos tratan de Dinosaurios o viejos decrépitos, fachos que pensamos en retroceder para poner palos en la rueda de la maquinaria que nos lleve al futuro, pero deberemos reconocer que la teoría del «rompehielos», fue aplicada por las grandes potencias y los resultados están a la vista, pues cuando el hielo está muy duro, el barco debe golpear con la proa y luego, retroceder para tomar velocidad y volver al mismo lugar abriendo una grieta que le permita continuar con su viaje. Que la grieta está abierta no hay dudas y el hielo está cada vez mas duro.
Recuerdo cuando en mi querido país existían los Partidos Políticos. Entraba al cuarto oscuro el día de las elecciones y podía elegir entre las boletas que estaban sobre la mesa. Era fácil saber cual iba a poner en el sobre, pero ahora en la última elección , como no había lugar para tantas boletas, pusieron otra mesa mas al lado de la «gran mesa» y llegue a contabilizar 35 boletas, de las cuales 30 se parecían mas a una «confluencia» que a una agrupación política pues todas de alguna manera estaban unidas por «colectoras», «transversalidad», «alianzas» «testimoniales», en fin una serie de incoherencias tan ridículas que va llegando el tiempo de corregir, no se de que manera, pero seguro hay que hacerlo ahora que nuevamente «la gran mesa» se va a llenar de mas boletas con más candidatos que, muchas veces no conoceremos hasta que termine la elección.
Todos creemos que el voto es un derecho constitucional, pero visto por donde se pasan los políticos la Ley Madre, solo nos resta… seguir cumpliendo al pie de la letra para no pagar multas o ser detenidos por resistirnos al robo ideológico y si alguien lo duda, recorra un poco las provincias del norte argentino, sin distinción de tamaño o cantidad de habitantes y se va a encontrar en este siglo XXI con «punteros» que una semana antes de las elecciones, ya tienen en su poder los DNI de muchos hermanos originarios, aborígenes que votan, a los que a cambio les prometen la famosa VISA para que todos los meses, cola mediante frente al Cajero de un Banco se hagan de unos pesos como premio a la colaboración que han prestado a la «causa». Del otro lado y con cuentas más abultadas, en el mismo Banco pero sin hacer cola, miles de jóvenes que aún responden al «modelo» que dejó a millones de inválidos intelectuales desparramados por la nación, gozan de ciertos privilegios que nosotros, aún trabajando, no logramos tener.
Por último, recuerdo cuando la abogada exitosa decía que «no quería peronistas viejos» y ahora con la aspiradora busca restos de peronistas, radicales, socialistas, comunistas, guerrilleros, que aún sueñan con volver a un pasado de torturas ideológicas.
“La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”. Simón Bolívar.
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556